Madrid 2016 y el fracaso de un modelo

Gran idea, mala ejecución. Éste es el resumen que podríamos hacer el proceso de selección de la imagen corporativa de la candidatura olímpica de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2016, un proceso que comenzó hace apenas cuatro meses y que pretendía implicar a los cuidadanos en la creación y posterior selección del logotipo que representaría a la ciudad capitalina.

En este proceso se apostó desde un primer momento por un organismo asesor, experto en branding, representado por Saffron. Para quienes no lo sepan, Saffron es la consultora de Wally Olins y Jacob Benbunan, y ha trabajado entre otros proyectos para Yoigo o Vueling. Sin emabrgo, en esta ocasión he de decir que no han cumplido con su papel, a pesar de las explicaciones que Jacob daba en PRNoticias.com esta mañana.


¿Por qué digo que ha fracasado si aún no ha finalizado el proceso? En primer lugar, porque ha desaparecido la transparencia de la que tanto hacía gala la organización. Cada día aparecen más identidades corporativas similares a las diez finalistas, por lo que un proceso aparentemente 'sano' se ha ido viciando progresivamente por la desidia de unos y la avaricia de otros. Por otro lado, parece ciertamente absurdo que se acepten trabajos sin comprobar su originalidad primero, bajo el pretexto de la falta de tiempo y que llegado el momento 'ya se hará'. Lamentable explicación que devuelve a España a esa época remota en la que Larra hacía célebre el 'vuelve usted mañana' .


Otro punto: arriesgarse a que alguno de los logotipos puestos en cuarentena pueda alzarse con la victoria tampoco acompaña mucho a la lógica. ¿cómo le explicas a la gente que el logotipo que han elegido, y que un jurado mixto ha respaldado, ya no sirve?


Mal arreglo tiene esto, y mira que lo lamento por Saffron, porque hasta ahora me parecían muy válidos.