lunes, 10 de diciembre de 2007

Si don Jesús levantara la cabeza


Jesús de Polanco se nos fue en una mañana de julio, cuando lo que hoy se conoce como la Guerra del Fútbol aún se encontraba en los primeros asaltos. Lo que seguro que jamás se podría imaginar es que las cosas llegarían al punto en el que se encuentran hoy: un Cebrián desquiciado, las acciones de Sogecable en caída libre y su hijo Ignacio desaparecido (si, os acordáis, ese que asumió el rol de patriarca de Prisa cuando Jesís expiró, y del que poco se ha sabido estos meses...). Ah, y lo más importante: las demandas a diestro y siniestro.


Hace no poco tiempo, los juristas de nuestro país afirmaban que eran las demandas absurdas de los personajes de la farándula las que ralentizaban nuestro sistema judicial. Curiosamente, dos empresas presuntamente serias, como Sogecable y Mediapro, llevan demandándose día sí, día también durante los últimos meses. Unas veces ganan uno, otras el otro, y mientras tanto, el que pierde es el espectador desquiciado.


Sin embargo, el gran circo de Prisa no termina con Roures, sino que sigue con el Gobierno y Televisión Española. Del gobierno se quejan de ese 'fuego amigo' al que hacía referencia Felipe González durante el emotivo homenaje que los más allegados ofrecieron al recientemente condecorado con la medalla al mérito del trabajo: Miguel Barroso, aquel de quien encontrar una imagen es más complicado que buscar a Wally, es su diana favorita. ¿El motivo? Ser amigo de Contreras en una época en la que nació la Sexta. De TVE, otro 'esquirol': Luis Fernández, a quien están breando a través de El País con su presunto pelotazo urbanístico (que de confirmarse sí que sería un escándalo de Primera...).

¡Qué tiempos aquellos, en los que Polanco controlaba el país!

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