viernes, 18 de abril de 2008

PRISA y el Gobierno


La montaña rusa de las relaciones entre políticos y los medios de comunicación tiene su expresión máxima en PRISA y el PSOE, una relación que se remonta a los comienzos de Felipe González y Juan Luis Cebrián.


Treinta años después, tras la desaparición de Jesús de Polanco, las relaciones entre el holding mediático y el partido político no pasaban precisamente por sus mejores momentos...hasta la renovación de cargos del segundo gobierno Zapatero. La entrada en escena de Mediapro desenbocó en la la guerra del Fútbol, la proliferación del 'fuego amigo' y el peligro de una extinción no muy lejana de Digital+, cuya salida natural sería una fusión con Imagenio. No obstante, algunos de los nombramientos de ZP han provocado que tan tumultuosa relación se encuentre ahora en la cima del Everest...

El fichaje de Nieves Goicoechea como Secretaria de Estado de Comunicación (SER), supuso una sorpresa para todos, máxime teniendo en cuenta de que había sido relegada en Gran Vía tras la remodelación de la cúpula de informativos durante el verano de 2007. Con una amplia experiencia en información parlamentaria, y prisista de pro, todavía deberá demostrar que un periodista puede llegar a ser un gran comunicador...especialmente en un cargo tan expuesto como el de Secretario de Estado.

Pero Goicoechea no ha llegado sola: Belén Ayala, jefa de economía de Sogecable (CNN+ y Cuatro) se incorporaba como Dircom del Ministerio de Industria, para guiar a su nuevo y flamante inquilino, Miguel Sebastián (sí, ese que decía que se iba a retirar de la política tras el batacazo madrileño). Siendo malpensados, la jugada parece perfecta: de Industria depende la Guerra del Fútbol...y Sogecable mete a una de sus incondicionales a gestionar la estrategia de Comunicación del Ministerio...(a mí, al menos, me da que pensar).

Ahora bien, no todo son alegrías: Gabriela Cañas, ex directora de información Internacional, habría abandonado su puesto, según El Confidencial Digital . Cañas, ex de El País, abandonaría de esta manera la secretaría de estado junto a su último inquilino - y principal valedor-, Ferando Moraleda.

¿Cuál será la próxima jugada?

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