Telecinco, los Hoax, el buzz marketing y la efectividad de las campañas
Primero fue el sillón de ZP, después los muñequitos bomba de Aqua Teen Hunger Force y ahora le ha tocado el turno a un carrito de bebé antibalas. Ante las cifras astronómicas que se manejan en un sector publicitario cada vez más saturado, los creativos no dudan en acudir a elementos atípicos para generar notoriedad para su anunciante, aunque sea a base de engañar a la audiencia…
Los tiempos cambian: el periodismo se nutre cada vez más de medios no convencionales, especialmente online, en donde YouTube es el líder indiscutible. Al contrario que otras plataformas como Second Life, cuya burbuja parece haber estallado, la empresa comprada por Google parece tener larga vida…por lo menos mientras sea gratuita. Sobre ella se vertebran multitud de campañas que pueden alcanzar impactos millonarios, aunque ni por esas logran desbancar al gran rey, la Televisión. La idea es sencilla: se cuelga un video, se propaga por foros, comunidades, blogs y demás hijos de la web 2.0 a la espera de que guste y sea el propio público quien haga el trabajo del publicista (otra vez el famoso buzz marketing). Después, los responsables de la campaña descubren el pastel y con él el misterio de la pieza.
Ahora bien, ¿alguien se ha preocupado de saber si este tipo de acciones realmente han servido para obtener notoriedad de la empresa, institución o producto publicitado, o si por el contrario únicamente la adquieren cuando la campaña es una incógnita y nada se sabe de lo que esconden sus verdaderas intenciones? Lamentablemente, creo que esta nueva manera de hacer las cosas hace el trabajo a medias, llegando en muchas ocasiones a perjudicar al anunciante en lugar de beneficiarle (por cierto, Telecinco ha metido el cuezo hasta el fondo tras emitir el nuevo invento para bebés como una noticia real…).
Y vosotros, ¿qué pensáis?

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