Bueno qué, ¿lo pintamos o no?

Por motivos profesionales, no pude acudir ayer a la inauguración de las nuevas oficinas de Shackleton (si, el edificio ese pintado de rosa chicle, el que seguramente ya conoceréis por el video de Víctor), aunque creo que merece la pena hablar de ello.

En primer lugar, felicitar a Juan, Pablo y el resto del equipo porque siguen dejando bien claro que son la agencia que mejor se sabe 'vender': he de confesar que cada vez que me llega alguna convocatoria desde Shackleton tiemblo, porque no sé qué me voy a encontrar (lo de la berruga Warren fue caso aparte...). La última, una invitación para conocer sus nuevas oficinas madrileñas en Arturo Soria 245 (por si alguien quiere darse un garbeo por allí) me rayó, la verdad: te pedían que entraras en una página y que eligieras si había que pintar el edificio o no (yo voté que no, porque así es más freak, jeje). Después, un video; ergo, un viral. De nuevo, un éxito a añadir a la clínica Kelson, las Kelly Finder, Referendum Plus, Depósito Lopetegui y lo último de Cajamadrid (por cierto, a ver si consigo un video que no ha salido aún al aire que es absolutamente genial). De nuevo, inversión mínima y retorno máximo (con parodia en Buenafuente incluida).

Yendo un paso más allá, aprovecho para felicitar a Luciana Borges, su Directora de Comunicación, una de las que más curran en este complicado mundo de publicitarios en vaqueros y camisetas (con permiso de Laura Carrillo de CP Proximity) y que se ha conviertido en una pieza insustituible de toda esta maquinaria Shackleton, una compañía rebosante de talento y con un gran recorrido...